BULGARIA; CAPÍTULO 19: Sofía XV. CHAMPIONS+RESTAURANTE BÚLGARO

Comenzó una nueva semana. La penúltima semana para nosotros en el país. Y digo para nosotros porque los andaluces estarían un mes más que nosotros allí.
El acontecimiento más importante de la semana fue la vuelta de semifinales de la Champions que el Madrid se disputaba el martes contra el Barcelona. Como de costumbre nos reunimos todos para el suceso, estaba vez en nuestra casa rodeados de cerveza y globos inflados, esa noche llegaba de visita Pablo, el novio de Marina. El partido fue intenso pero decepcionante, el Madrid perdió. :(

Después del partido cada uno se fue a su casa, a excepción de Miguel, porque este y yo acompañaríamos a Marina al aeropuerto a recoger a Pablo. Nos fuimos al aeropuerto. Estuvimos un rato esperándole porque el vuelo llegaba con retraso. Después de esto cogimos de nuevo un taxi para volver a casa, y este intento engañarnos y se puso a dar vueltas por la ciudad sin llevarnos a donde le habíamos pedido y ya llevamos bastante tiempo allí y conocíamos bastante bien la cuidad, así que nos percatamos rápidamente de que nos estaban engañando. Finalmente nos llevo a casa, pero nos costó algo más de lo normal a pesar de que negociamos con él tras el engaño.

Al día siguiente yo trabajaba por la tarde así que tras dormir toda la mañana me levanté y me fui con Pablo a esperar a que salieran a comer Marina, Yaiza y Miguel, que trabajaban juntos en la misma empresa
.
Ese día fuimos a comer a un restaurante típico búlgaro muy barato que estaba cerca de la empresa donde trabajaban. Era un el sitio donde ellos iban a comer bastante a menudo. Todo estuvo buenisiimo! La comida búlgara es muy rica y sabrosa.


Después de comer, Pablo y yo nos fuimos a dar una vuelta por los alrededores, ellos tenían que volver a trabajar hasta las cinco, así que nos darnos un paseo para que Pablo, recién llegado, conociese un poco la ciudad mientras hacíamos tiempo entre qué salían.

Después breve paseo por las manzanas de alrededor, fuimos a esperar a que salieran de trabajar. Cuando salieron fuimos a buscar la estación de autobuses, porque esa misma tarde habíamos quedado en comprar los billetes a autobús para irnos a Varna ese fin de semana.
Cogimos un tranvía, un poco a ciegas porque no sabíamos dónde estaba la estación. Durante el trayecto preguntamos a algunas personas y una de ellas nos dijo que íbamos bien y que nos indicaría en la parada que en la que teníamos que bajar. Así lo hizo. La parada nos dejó al otro lado de la estación, y había que cruzar unos cuantos carriles para llegar, cruzamos por un paso subterráneo que había para llegar a la estación.
Por fin llegamos, y nos pusimos a buscar una oficina que se llamase Biomet, que era la compañía de autobuses con la que viajaríamos. Había dos edificios separados. Nosotros llegamos a uno de ellos y encontramos el departamento de la compañía que buscábamos, pero para nuestra sorpresa, estaba cerrado. Preguntamos en el departamento de enfrente si sabían algo y nos dijo que esperásemos, que alguien llegaría.
Decidimos esperar un poco haber si llegaba alguien, pero yo no tenía mucho tiempo porque eran las seis, y a las seis y media tenía que ir a la Academia, y tenía que volver en el tranvía que aprox. tardaría en llevarme al centro de nuevo unos 15 minutos.
Tras pasar 5 minutos y comprobar que allí no llegaba nadie, decidimos ir al otro edificio de la estación, comprobando que aquel era el edificio principal y no donde habíamos ido inicialmente.

De nuevo volvimos a buscar la ventanilla de Biomet. Allí cada compañía de autobuses tenía su propia ventanilla en la estación, y puesto que había muchísimas compañías, había muchísimas ventanillas. 

Después de dar una vuelta la localizamos, y sin ningún problema compramos los billetes y nos fuimos. Los billetes nos costaron unas 50 levas, que son aprox. 25 euros.

Para regresar a la parada donde cogeríamos el tranvía, esta vez decidimos cruzar por la calle, y tras cruzar algunos carriles llegamos a una mediana llena de barro. Miguel que no iba pisando con cuidado resbaló y casi se cae en mitad del barro. Vimos en miedo en sus ojos. Fue muy gracioso. Después de esto cogimos en tranvía que nos llevó al centro, y yo llegue a tiempo a la academia.


Cuando salí de la academia a la ocho y diez, como prácticamente todas las tardes, cogí el bus para ir a casa. Cuando llegue estaban todos allí. Como nos quedaban muy pocos días en Sofía esa noche decidimos salir a cenar todos juntos. Fuimos a cenar al Happy del centro, uno de nuestros restaurantes favoritos en la ciudad. La comida es variada y está realmente buena.



Después de cenar pensamos en ir a tomar algo al bar del billar pero al final decidimos irnos para casa porque ya era un poco tarde. Cogimos un taxi y nos fuimos cada uno para nuestras respectivas casas. 
Al día siguiente fui a la Academia, como cada día, y por la noche todos nos reunimos en nuestra casa porque al día siguiente madrugaríamos todos juntos para coger el autobús para irnos a Varna a pasar unos días. Esa noche no dormimos mucho, y nos la pasamos prácticamente en el salón hablando de espíritus y demás entes paranormales. jaja Estuvo amena...

NOS VAMOS A VARNA!!! AQUÍ

Comentarios

CONTENIDO MÁS VISITADO