BULGARIA; CAPÍTULO 13: Sofía X. CENAMOS EN UN RESTAURANTE TRADICIONAL BÚLGARO.

Comenzó una nueva semana, y con ella nuevas cosas que descubrir y nuevas aventuras que vivir. Las  clases con las alumnas y alumnos iban genial. Me llevaba super bien con muchos de ellos. Más o menos tenía la misma edad que muchos de ellos y eso era también muy guay. 


La semana pasada había conocido a un nuevo grupo de alumnas en la academia, y estas muy amables se comprometieron a llevarnos a un restaurante típico búlgaro. Me dijeron que podía llevar a quien quisiera que cuantos más fuésemos mejor lo pasaríamos. Así que yo se lo dije a mis compañeras de piso que en un principio se apuntaron todas.

Llegó el martes, que era el día en el que habíamos fijado la cena, y al final Bea y Mary Carmen no quisieron venir y Yaiza tampoco porque estaba enferma. Llevaba unos días mala, había ido al médico y le había dicho que tenía una infección en el labio que le había afectado a toda la cara, la tenia súper hinchada, así que por eso pudo venir. Al final solo fuimos Marina, Miguel y yo.

Quedamos a las 7.30 a la puerta de mi academia, y desde allí nos fuimos en coche con Elena, la dueña de la academia. El restaurante estaba un poco lejos, pero no tardamos casi nada en llegar a pesar del tráfico que había a esas horas todos los días.

Entramos y nos sentamos en una mesa que mis alumnas habían reservado, y en la que ya había unos entrantes listos para comer.


El restaurante era de comida típica búlgaro, así que estaba totalmente decorado como tal. Las mesas eras de madera y los camareros iban vestidos con trajes tradicionales búlgaros. El restaurante era muy grande y estaba dividido en tres espacios distintos. El sitio me resultó muy acogedor y fue sorprendente comprobar que al menos en otras tres mesas, una de ella de veinte o más personas, resultaron estar también ocupadas por personas españolas.

En la mesa había dos fuentes grandes con un popurrí de cosas, así que empezamos a comer y a probarlo todo. Las fuentes estaban formadas por ensaladas y otras cosas. Me gusto todo lo que había allí,  excepto una especie de salsa espesa, de la cual no recuerdo el nombre, que estaba bastante mala, y esta junto con el pan de Brasil que probé en el Happy serian las dos únicas cosas incomibles que probé en Sofía.

Tras esto se nos acercó el camarero para tomarnos nota del 2º plato, y a continuación comenzaría el espectáculo. Una característica de los restaurantes búlgaros es que la cena está amenizada con grupos de personas que representan los bailes típicos del país. También durante la cena puedes escuchar música típica búlgara en directo.

Nos trajeron el segundo plato. Habíamos elegido un popurrí de carnes a la brasa y vino tinto para beber. De esta manera probaríamos más cosas. El vino tinto lo había elegido Maya, una de las chicas de la academia, puesto que nosotros no entendíamos en absoluto las cartas en búlgaro. Siento decir que el vino, de origen búlgaro, estaba malísimo. Tenía un sabor muchísimo más agrio y más fuerte que el español. Cuando dijimos que no nos gustaba lo entendieron perfectamente y nos dijeron que claro, como el vino español no había ningún otro, a lo que nosotros asentimos.
La botella costaba 20 levas, es decir, 10 €.
La cena fue muy divertida entre la comida y los bailes en los que en una ocasión sacaron de voluntaria a Maya. También fue muy divertido ver como Marina y Miguel se intentaba comunicar con las chicas intentando pronunciar todas las letras de las palabras. La pobres no es entendían nada.

Ya en la recta final de la cena, los bailarines comenzaron a sacar gente para que les acompañaran en el baile denominado “chacaraca”. Se animó mucha gente porque que más de la mitad de las personas que allí estábamos cenando, estaban bailando. El baile consiste en hacer una cadeneta y caminar de lado, y en un cierto punto mover los pies como en la muñeira a un lado y otro y cambiar el sentido de la cadeneta. Marina y Elena se unieron.

Tras el baile, el camarero nos trajo la cuenta, pagamos y nos fuimos. Fue el sitio más caro en el que comimos, nos costó 30 levas, bastante en comparación con los restaurantes de nivel medio de la ciudad, pero bueno fue un sitio distinto, de nivel medio alto, con una cena super completa, así que mereció la pena.  La cena fue genial!!!! Maya nos había invitado a ir con ella y sus amigos de fiesta. Por lo visto al día siguiente actuaba una cantante muy famosa en una discoteca y ella tenía mesa reservada, así que nos dijo que si nos apetecía ir que podíamos ir con ella, a lo que como no, dijimos que si.

Llegó el miércoles y al acabar la jornada de prácticas nos reunimos para cenar y tomar algo en casa de los chicos antes de ir al concierto, su casa estaba más cerca del Play House, discoteca donde sería el concierto.


Después de cenar mientras estábamos tomando algo nos percatamos de que estaba nevando, y nos quedamos alucinados, es un poco extraño ver nevar el 13 de abril, pero aun así me encanto, porque ese año aun no había visto nevar en España.

Cuando íbamos a comenzar a beber algo antes de irnos nos llamó Maya porque ya nos estaban esperando, y nosotras le dijimos que ya estábamos llegando, era mentira porque acabábamos de empezar a beber y como los chicos vivían muy cerca decidimos esperar un poco más e ir más tarde. Cuando pasaron aprox. 15 o 20 minutos nos fuimos a coger un taxi. Seguía nevando, y al ir corriendo en bajo la nieve en busca de un taxi metí los pies en un charco enorme que había en la calle de los chicos. Me pase toda la noche con los pies empapados. En la calle perpendicular siempre había taxis así que no nos costó mucho encontrar uno. Tardamos muy poco en llegar, solo 5 mins, aun asi, llegamos casi una hora más tarde de la que habíamos quedado con Maya.

Cuando llegamos nos estaban allí esperando, ella y unos amigos y directamente nos fuimos para la discoteca. Había una pequeña cola en la calle para entrar, y de nuevo me pidieron el DNI, 2º que iba a esa discoteca y 2º vez que me lo pedían. La discoteca era Play House y la chica que actuaba se llamaba Preslava. Por lo visto es una chica muy famosa y con mucho prestigio en Bulgaria. La noche fue corta pero divertida. Corta porque al día siguiente Marina, Miguel y Salsa Boy tenían que madrugar, así que nos fuimos sobre las 3 más o menos. Lo pasamos super bien. Al principio estuvimos tomando algo todos juntos en la mesa que Maya había reservado, ellos bebían alcohol y nosotros cerveza. Bailamos y nos hicimos fotos, y luego a las dos comenzó el concierto, que estuvimos viendo durante un poco de tiempo. Luego nos fuimos. La música que ponían antes del concierto era búlgara, y estuvo muy entretenido ver el baile, un poco "porno", que Maya y Miguel se marcaron en mitad de la discoteca. Después de todo nos fuimos a casa.

Salimos de FIESTA y COMEMOS SUSHI. capitulo-14-sofia-xi

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