BULGARIA; CAPÍTULO 4: Sofía I. NUESTRA VIDA EN SOFIA

Llegamos a Sofía la madrugada del lunes 21 de marzo de 2011. Seria medio día. Cuando llegamos a la estación de tren la primera impresión de estar allí, fue un poco extraña, aunque debía ser por el cansancio del fin de semana y del viaje, porque la estación era bastante bonita.

Dos chicas, nuestras tutoras de prácticas en la ciudad, llamadas Violeta y Julia, nos fueron a recoger y ya nos estaban esperando. La empresa de intercambios que estaría a nuestro cargo durante nuestra estancia en Sofia, y a la que pertenecían las dos chicas, es Bulgaria Gateway.

A continuación cogimos un taxi con ellas, que nos llevaría por nuestra nueva ciudad, a la que sería nuestra casa los próximos dos meses. 


El taxista nos dejó en la puerta del edificio. Violeta, que hablaba español, subió con nosotras para enseñarnos la casa y contarnos algunas cosas. Nos dio unos planos de Sofia e información sobre que autobuses urbanos deberíamos coger para ir al centro de la ciudad y a nuestros trabajos. También nos dijo que compartiríamos piso con otras dos chicas andaluzas. En aquel momento ellas no estaban en casa, las conoceríamos después.

El piso estaba genial, era muy nuevo y moderno, algo que no nos esperábamos. Todo estaba muy impecable y muy limpio. El piso tenía una cocina con un salón en plan loft, y en otra parte dos habitaciones y un baño. Ahí es donde se habían instalado las andaluzas, que habían llegado el sábado pasado. Por otro lado, estaba la parte de arriba, porque el apartamento tiene dos plantas. Ahí sería donde nos instalaríamos nosotras. La planta superior, estilo bohardilla, estaba abierta y tenia tres camas, varios armarios y muebles, y al lado un baño con bañera jacuzzi!!!! Eso fue lo mejor. Al principio me fastidió un poco no tener una habitación individual, por el tema de la intimidad y el espacio personal propio diario, pero no tarde mucho en adaptarme. 

Después de que violeta nos explicara las primeras cosas sobre como seria nuestra estancia en Sofía, nos fuimos a la calle para que nos indicara donde estaban las paradas para subir y bajar de nuestro bus, que sería prácticamente para todo el número 72. Después nos dijo que muy cerca de nuestra casa había un centro comercial. Nos acompañó hasta él y allí fue donde nos dejó antes de irse.

Mi ser era un cumulo de sentimientos. Mi cara desde que bajamos del taxi fue todo un poema. Mezcla de cansancio, algo de decepción, una pizca de enfado y ganas de llorar, como canal para soltar tanto boom de sentimientos. Mis primeras horas en la ciudad no fueron muy bien, necesitábamos descansar después de tantos días de cambios y movimientos sin tregua, y cosas nuevas en poco tiempo. Pero, la cosa mejoró demasiado con los días!


El centro comercial, Serdika Center, era perfecto. Demasiado perfecto para esa ciudad debí pensar en aquel momento. Tenía absolutamente de todo. El diseño me pareció genial. Tenia una zona con comidas de todo tipo y lugar del mundo.
Lo primero que hicimos fue cambiar el dinero que llevábamos, comimos, compramos algo de comida y luego nos fuimos de nuevo a casa. La moneda de Bulgaria es la leva, y 1 leva son 50 céntimos. Después fuimos a cenar algo, y son mas nos fuimos a casa. Queríamos acomodarnos y descansar.

Esa misma tarde-noche conocimos a nuestras dos compañeras de piso, Marina y Mary Carmen, y también al resto de los chicos andaluces, que llegaron con ellas. Todos estábamos allí con la misma función, hacer las prácticas del Grado Superior que habíamos estudiado.

CAP 5. SOFIA II. Nos ADAPTAMOS A LA VIDA EN LA CIUDAD. Aqui

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