BUDAPEST; DÍA 4 TARDE DE PATINAJE.
Domingo 24 de Febrero de 2013.
Amanecimos a la una de la tarde aproximadamente, justo para comer y aprovechar el resto del día que ya teníamos planeado. Con la pereza ni nos arreglamos ni nada, nos vestimos y directamente nos fuimos a comer.
Cuando bajamos a la calle seguíamos teniendo el mismo problema que hacia unas horas. No teníamos dinero y las casas de cambio pudimos comprobar tras otra media hora caminando, que seguían cerradas. Era domingo. No nos quedo otro remedio que sacar dinero del cajero, cosa que no queríamos pero que tuvimos que acabar haciendo, porque no pudimos cambiar. Después acto seguido fuimos a comer. Pensamos en comer en un sitio típico una buena comida húngara, pero solo encontramos uno que era carísimo así que pasamos. Después encontramos un sitio con muy buena pinta y muy barato de estos que pasas con la bandeja y eliges lo que quieras. Allí entramos. La comida estuvo muy rica. Carlota comió arroz con carne guisada y yo patatas fritas con carne guisada. Compartimos una ensalada que estaba muy rica y de postre arroz con leche que también resultó estar muy bueno. Perfecto! Ya habíamos repuesto fuerzas para nuestra última tarde en aquella maravillosa ciudad.
Después de comer cogimos el metro dirección la Plaza de los Héroes que es donde estaba la pista de patinaje. Aun era de día, serian las cuatro de la tarde, y como preferimos patinar cuando hubiera oscurecido un poco por el encanto que ello desentrañaba, decidimos darnos una vuelta y visitar el Castillo de Vajdahunyad y de nuevo la Plaza de los Héroes.
Castillo Vajdahunyad.
El Castillo de Vajdahunyad está situado en el Parque de la Ciudad, y se trata de una copia del Castillo de Transilvania, Rumania. Incluso llevan el mismo nombre.
Entramos dentro del parque y lo visitamos por sus alrededores. Dentro del se encuentra la estatua Anónimo, esta representa a uno de los primeros cronistas de la historia de Hungría. Dicen que es la estatua del escritor fantasma, y que tocar su lápiz trae buena suerte a los escritores. ;)
Después de darnos una vuelta por los alrededores del castillo fuimos a la Plaza de los Héroes. La fotografiamos esta vez con más claridad, el día que habíamos estado anteriormente era demasido de noche.
Plaza De Los Héroes.
Hora de patinar!
Nos dirigimos hasta la pista de patinaje. No sabíamos muy bien por donde se entraba ni nada pero allí fuimos. Entramos y ya podía ver como Carlota estaba acojonada, nunca había patinado sobre hielo y tenía un poco de miedo. Yo había patinado una vez y sabía que era muy fácil. Ella misma comprobó después que así era.
Entramos, pagamos la entrada para una hora y luego a parte tuvimos que pagar el alquiler de los patines. Todo ello nos costó unos seis euros más o menos. Entramos a la pista. Pasados unos minutos le cogimos el truquillo. Era genial. La pista era al aire libre, sonaba música en ella y teníamos el Castillo de fondo. Era perfecto. Lo pasamos genial patinando. Fue una tarde de lo mas divertida.
Después de cumplir la hora patinando dejamos los patines y nos quedamos un rato allí sentadas descansando y tomando algo. Después comenzó a llover y decidimos irnos al Hostel. Cuando nos acercamos a la parada de metro que queríamos coger vimos que había algún problema en ella y que estaba cerrada así que un guardia de seguridad nos recomendó caminar hasta la que estaba abierta o coger un urbano hasta ella.
Como pensamos que sería la siguiente decidimos caminar hasta ella por Andrassy que es la calle que teníamos que subir en metro, pero resultó que la siguiente también estaba cerrada, y la siguiente, y la siguiente y la siguiente. Y de nuevo habíamos recorrido medio Andrassy a pie. Pero no nos importó, porque no estábamos cansadas.

Después de la rica merienda por fin llegamos a la parada de metro, lo cogimos y llegamos al hostel. […]
Comentarios