BULGARIA; CAPÍTULO 7: Sofía IV, Curiosidades

Comenzó una nueva semana y con ella un montón de cosas nuevas que aprender sobre la ciudad. 

Soy profesora de conversación de español, hablo mucho con mis alumnos, y ellos me cuentan todo tipo de cosas de la cuidad, sitios que visitar, lugares a los que viajar, sitios en los que comer y discotecas en las que salir. Les suelo preguntar curiosidades sobre la cuidad y ellos me las explican, porque con respecto a España hay bastantes diferencias.

La gente búlgara es muy silenciosa, en los autobuses urbanos o en cualquier transporte público todo el mundo va siempre callado, independientemente de la hora que sea.

En la ciudad hay muchos perros callejeros. Cuando digo muchos es muchos. Nadie sabe por qué, y nadie sabe qué hacer con ellos.

Puedes fumar en cualquier rincón de la ciudad, al igual que puedes comprar tabaco en casi cualquier lado, tiendas, supermercados y quioscos. Lo venden en todos los sitios y es casi la mitad más barato que en España. 

Las calles y las aceras, en las que los coches aparcan libremente, están en muy malas condiciones, y las calles por la noche, están muy mal iluminadas. 

Todo el mundo habla perfectamente inglés, no importa la edad, todo el mundo sabe hablar inglés casi tan bien como su propio idioma, el búlgaro. En una ocasión quede extremadamente sorprendida cuando en un quiosco, junto a la parada que diariamente cogía para ir a la academia, intentaba comprar tabaco y la señora del quiosco, que rondaría los sesenta años, intentó facilitarme las cosas hablándome en ingles. Ella me enseño que en búlgaro rojo se dice cherveno, que es el color del paquete de tabaco que quería. Desde ese día nunca más tuve dificultad para comprar tabaco.

VUELVE A SER FIN DE SEMANA! capitulo-8-sofia-v